Juegos desconocidos para muchos, ahora al alcance de todos
Dragon Quest es una de las series de JRPG, y de videojuegos en general, que más peso e importancia tienen en el territorio nipón. Si echamos la vista atrás, en el caso de España no empezó a ser realmente conocido por el púbico más general hasta que aterrizó en PlayStation 2 la octava edición numerada de la serie. Tras ello cada nuevo título iba obteniendo una mayor repercusión fuera de Japón (con excepción de Dragon Quest X que no salió de allí), pero sin lugar a dudas fue con Dragon Quest XI cuando la serie se hizo un nombre aún más grande. Es por ello que el lanzamiento de los primeros juegos de la serie supone en muchos casos el primer contacto posible para los jugadores de todo el mundo, más teniendo en cuenta que se han traducido por primera vez a cantidad de idiomas, entre los que no falta el castellano.
Tanto Dragon Quest como Dragon Quest II son títulos que se pueden considerar independientes. Es posible jugarlos por separado y no requerir demasiado contexto, y de hecho podríamos añadir también la tercera parte en esta ecuación. Pese a ser juegos que se pueden jugar de manera independiente, la historia de los tres primeros juegos está unida bajo la estela y figura del héroe Erdrick. Con estas renovadas versiones de los juegos estamos ante la mejor oportunidad para disfrutar de los inicios de una de las series de videojuegos más importantes de la industria.
Dos juegos con un mismo concepto, pero con diferentes enfoques
En cuanto al primer Dragon Quest nos encontramos en la piel de un héroe sin nombre que asegura ser descendiente del famoso héroe Erdrick y se nos encomienda la misión de salvar a la hija del rey y solventar los males que acechan al mundo. Una de las piezas más importantes de este juego, y a las que no estamos acostumbrados hoy en día en el género es que nuestro personaje se adentra en este viaje en solitario. Así es, en los combates por turnos en el primer Dragon Quest únicamente disponemos de un personaje, al igual que en el propio desarrollo de la aventura. Esto es algo que se aprecia realmente particular durante los primeros combates, pero pronto nos acostumbramos a ello. Lo que sí ha cambiado respecto a la obra original es que antes nuestro personaje solo podía enfrentar a los enemigos de uno en uno, pero eso se ha modificado para poder enfrentar a varios a la vez. El sistema de combate y de gestión de equipamiento es bastante sencillo y directo, como lo era en su día, lejos de las miles de opciones que ofrecen algunos títulos del género hoy en día.
En Dragon Quest II ya se instauró la fórmula de tener un grupo de personajes, y de hecho son tres los protagonistas de esta aventura. Mucho tiempo después de lo vivido en el primer juego, un nuevo mal acecha a los tres reinos, los mismos tres reinos que en su linaje cuentan con descendientes de ese héroe legendario, que ya todos conocemos. Esto hace que nos encontremos ante una historia con mucho más peso en los personajes y en diferentes narraciones, donde el peso argumental es mucho mayor que en la primera parte. Aquí ya si disponemos de un equipo de varios miembros para combatir, pero esto tampoco hace que la experiencia sea un paseo. Tanto el primer juego como el segundo suponen experiencias en las que en muchos casos debemos farmear experiencia para fortalecer a los personajes y poder afrontar a los enemigos más poderosos que nos vamos encontrando.
Mejoras de vida: cómo vivir la experiencia clásica o hacerla más contemporánea
La elección de nivel de dificultad es uno de los factores que se han incluido en estos juegos, para que así cada jugador adapte la experiencia a sus requerimientos. En cualquier caso se tratan de juegos de corte clásico, y esto pese a poder seleccionar la dificultad se traduce en que los combates requieren bastante atención, y un movimiento en falso puede ponernos contra las cuerdas. Durante los combates además existen mecánicas para poder acelerar la acción o automatizar los movimientos.
Un factor realmente importante, y que cambia radicalmente la experiencia de los dos juegos es la opción de habilitar el marcador que nos indica en el mapa cual es nuestro destino. Esto es algo que no existía en los originales y para saber hacia dónde teníamos que avanzar nos veíamos obligados a hablar con todos los personajes secundarios que veíamos. Es así que la manera de afrontar los juegos cambia de manera radical con esta opción, siendo de corte clásico y destinado a la investigación y exploración, o acortando este proceso si habilitamos esta opción. Precisamente aquí encontramos un factor importante que también afecta al desarrollo de los personajes, ya que al vernos obligados a explorar para buscar pistas sobre nuestro destino nos vemos envueltos en cantidad de combates en los que subir de nivel. Si por el contrario habilitamos los indicadores, no nos vemos menos obligados a explorar tanto, lo que nos lleva a adentrarnos en menos combates, con la contrapartida de vernos obligados en ciertos momentos a levear a los protagonistas.
En el primer juego además se han incluido modificaciones o se han incluido ciertas mecánicas que aparecieron por primera vez en el segundo juego. En cualquier caso esto es algo que no tiene un gran peso en el desarrollo, y solo los más puristas o los que jugaron a los originales podrán apreciar estas modificaciones. Otro factor que se ha incluido en ambos juegos es el autoguardado, algo totalmente necesario de cara a lo que estamos acostumbrados a día de hoy, ya que el sistema de guardado antiguo estaba ligado a localizaciones concretas.
En lo artístico nos encontramos con la ya conocida adaptación de HD-2D, que ya no sorprende tanto, pero que aún así sigue luciendo realmente bien y nos ofrece estampas realmente bellas. Los efectos y partículas no llegan a ser lo llamativas e impresionantes que en Octopath, aunque tampoco es su intención, ya que las obras intentan mantener el carácter más retro o clásico pero adaptado a un pixel art más actual. En lo sonoro hay bastantes novedades, como el correspondiente doblaje que se estrena tanto en inglés como en japones. Además la banda sonora ha sido reformulada y las melodías planas de la época de NES y SNES ahora están orquestadas ofreciendo temas musicales impresionantes.
CONCLUSIONES
Dragon Quest I-II HD-2D Remake es la oportunidad perfecta para conocer cómo nació uno de los géneros más queridos por muchos jugadores. Ambos títulos cuenta con las “mejoras de vida” que se pueden esperar en estos tiempos, algo que es muy de agradecer para que así el título pueda llegar a un público mayor. Además no hay que olvidar que se trata de la primera vez que podemos jugar a ambos títulos de manera oficial en nuestro idioma, y todo esto acompañado de un fantástico trabajo de renovación en lo artístico, tanto a nivel sonoro como gráfico. Eso sí, hay que tener en cuenta que el concepto de los juegos sigue siendo de corte bastante clásico, y esto también afecta a lo narrativo, donde la historia, especialmente del primer juego, puede hacerse algo sosa o pesada. Sin lugar a dudas estamos ante una de las mejores propuestas del género de este 2025, dos títulos clásicos, pero nuevos para muchos jugadores.
Copia digital proporcionada por Bandai Namco.
