Análisis de Drag x Drive para Switch2 – uVeJuegos.com


Es un clásico en Nintendo acompañar los lanzamientos de sus nuevas consolas con algún título que haga las veces de demostración de las características jugables de la máquina. En el caso de la más reciente Nintendo Switch 2, podría decirse que Nintendo Switch 2 Welcome Tour viene a ocupar ese espacio, pero si buscamos una aplicación más real y concreta, sin duda deberíamos mirar a Drag x Drive, que aunque no sea estrictamente un juego de lanzamiento, es un magnífico ejemplo de lo que Nintendo Switch 2 puede hacer.

Drag x Drive se presenta con una llamativa propuesta jugable basada en el nuevo modo ratón de los Joy-Con 2. De acuerdo, lo de jugar con ratón no es que sea una novedad, ni siquiera en consolas, ¿pero cuántos juegos conocéis que usen dos ratones al mismo tiempo? Pues eso es lo que Drag x Drive propone, y además de una manera increíblemente natural y bien ejecutada, como cabe esperar de Nintendo.

La premisa es la de un sencillo juego de baloncesto 3×3 en el que no usamos los joysticks en absoluto, sino que nos movemos imitando el movimiento que haríamos con las manos para empujar la silla de ruedas, con los dos joy-Con apoyados sobre una superficie más o menos plana. Al igual que con una silla real, el control es tipo tanque, es decir, que para tomar una curva tenemos que dar más impulso a una de las dos ruedas, y también podemos hacer otras maniobras como frenar o tirar hacia atrás. Puede sonar aparatoso, pero lo cierto es que este esquema de control es increíblemente fino, dando cuenta de la extraordinaria sensibilidad del modo ratón de los Joy-Con 2. Los mandos responden al más mínimo gesto, y no solo durante al modo ratón, también al levantarlos para hacer algún pase, lanzamiento o cualquier otro gesto con las manos, dando como resultado un control inmersivo, natural y muy satisfactorio. También hay otro tipo de detalles geniales, como sentir la rodadura de las ruedas en las manos gracias a la vibración HD. El juego tiene un tutorial que explica los controles, pero lo cierto es que resulta tan intuitivo que casi no se hace necesario.

Disfrutar de este esquema de control queda, sin embargo, muy condicionado al estilo y entorno de juego de cada jugador. El escenario ideal sería contar con una superficie amplia sobre una mesa, no sin razón esa era la configuración que Nintendo dispuso durante la Nintendo Switch 2 Experience para Drag x Drive. También se puede jugar bastante bien moviendo los mandos sobre los muslos o sobre un sofá, pero aquí la experiencia puede variar de un jugador a otro, porque además según la postura los brazos y las muñecas pueden verse resentidos tras una buena sesión de juego. En cuanto al modo portátil, definitivamente no hay nada que hacer aquí, ya que no existe un perfil de control alternativo al modo ratón. Cada jugador deberá considerar todas estas cuestiones antes de decidir si Drag x Drive es un título que le vaya a interesar.

En cuanto a todo lo demás, si alguna vez habéis visto algún vídeo de Drag x Drive, prácticamente ya habéis visto todo lo que el juego ofrece. Se trata de un proyecto pequeño que va al grano, con un único modo de juego que consiste en partidos de tres minutos de duración que dejan poco tiempo para el respiro. Por nuestra experiencia, es un juego que premia un buen ataque y llevar la iniciativa, porque robar el balón requiere chocar frontalmente contra el rival, y no suele sea tarea fácil. Empezar a jugar es fácil tal como decíamos antes, pero rápidamente nos iremos dando cuenta de que dominarlo es otra historia. El juego permite hacer ciertas acrobacias y algunos mates imposibles aprovechando las rampas que bordean la cancha, algo que parece evocar a Rocket League, y conseguirlo no solo queda vistoso, también es satisfactorio y otorga mayor puntuación. Todo esto puede resultar físicamente agotador teniendo en cuenta el ritmo al que suceden los partidos, por eso cada dos partidos el juego introduce un sencillo minijuego de menos de un minuto de duración, que puede ser por ejemplo una carrera por los alrededores de la cancha, que permiten cierto respiro.

Aparte de eso, el juego no da mucho más de sí. Existen ciertos minijuegos para disfrutar en solitario y registrar los mejores resultados, pero sirven más como entrenamiento para poner a prueba las diferentes maniobras que se pueden realizar que como un verdadero incentivo para dedicarles tiempo. No hay diferentes modos de juego que ofrezcan un sentido del progreso y el contenido se limita a un único parque con dos canchas y algunos elementos en los alrededores en los que practicar, además de algunos pocos cosméticos que podemos desbloquear para nuestro personaje, así que el interés en el largo plazo pasa por tener un grupo de amigos con los que jugar, porque además es un juego que se presta mucho a combinarse con el uso de GameChat.

La parte más decepcionante de Drag x Drive es su aspecto creativo y artístico, más si tenemos en cuenta que es un desarrollo interno de Nintendo de la que siempre esperamos una mayor originalidad. Los personajes aparecen representados sin muchas características distinguibles y con sus rostros ocultos bajo un casco, de hecho no tenemos claro si la intención es que sean personas o robots. Existen ciertas opciones de personalización para los personajes y las sillas, pero sin muchas variaciones posibles que aporten alguna identidad. El único parque que ofrece el juego tiene una estética casi utilitaria de la que solo destaca el uso de ciertos toques futuristas y algunas luces de neón, lo que le otorga algún atractivo visual, pero al mismo tiempo se siente poco inspirado y casi sin personalidad.

Conclusiones

Debemos partir del hecho de que Drag x Drive es un proyecto pequeño desarrollado por un equipo de dieciocho personas y que llega a un precio bastante reducido. Sabiendo eso, definitivamente es un juego creado para brillar en lo técnico, diseñado para ir a tope con el modo ratón de Nintendo Switch 2. Es su principal atractivo, y posiblemente su razón misma de ser, porque en todo lo demás estamos a un juego muy simple y con un desarrollo muy básico, corto en contenido y con un apartado artístico con poco carácter y estrictamente funcional. Con todo, cumple con lo que promete, y considerando su bajo precio creemos que merece la pena para quienes quieran experimentar su excelente jugabilidad y tal vez dispongan de un grupo de amigos con los que disfrutarlo.

Copia digital proporcionada por Nintendo España.





Source link